Conclusiones
El programa 6 7 8 tiene una
incidencia muy importante en la actualidad mediática, no solo porque se muestra
una mirada particular, un punto de vista distinto de la realidad, sino también
porque lleva a pensar y a recapacitar, a partir de la crítica mediática, el rol
y el trabajo del periodista, del productor, de los medios y de las empresas que
dirigen a los medios. Estos, no dejan de ser medios en sí mismos, medios
empresarios o empresas de medios, y como empresas defenderán su capital: el
informativo y el económico.
Pensar en 6 7 8, es también
pensar cómo se pueden utilizar herramientas discursivas para poder producir e
informar un mensaje, una noticia, un editorial o una opinión. Es pensar
también, que los medios no por ser medios pueden hacer lo mismo que todos, sino
que siempre se puede dar vuelta de tuerca con las mismas herramientas de
difusión, o por lo menos, como hace 6 7 8
desde una perspectiva distinta: la ideológica.
Se pudo dar con un aporte importante en el análisis de 6 7 8, ya que cuando se habla de la
funcionalidad de la prensa, o de este programa en particular, se habla
precisamente de que el periodismo no puede, y no debe, escapar de la
responsabilidad ideológica dentro de la profesión. Como así también, no puede
escapar de la subjetividad que cada trabajador de prensa lleva consigo. La
ideología y las posturas o posiciones políticas, son cuestiones inseparables de
la acción propia de informar o de comunicar.
La intención en esta investigación, no fue correr la discusión al
periodismo militante, tan en boga también en la actualidad. Por eso no se habla
sobre ello a lo largo de su desarrollo. Hoy en día, mucha de las responsabilidades
de los periodistas, están dadas a partir de la defensa de posturas de una
empresa mediática, como así también de intereses personales. La postura de los
panelistas y personalidades invitadas de 6
7 8, es mucho más subjetiva que la
aparente imparcialidad que sus colegas de “la corpo”. Una contrahegemonía
periodista no es equivalente, por lo menos en ésta investigación, a periodismo
militante.
El periodismo, y los medios de comunicación, tienen una estrecha relación
con el concepto de “hegemonía”. Como ya se dijo, el campo de batalla es la
sociedad, y en el bien más preciado no solo es la inmediatez de la información, sino también el
público/consumidor de esa información. A partir de la disputa de agenda
mediática se busca, con distintas estrategias, tener una mayor aproximación al
publico/consumidor. Se recorta, se produce y se reproduce información para distintos
estratos sociales específicos, apuntando directamente a los líderes de opinión,
justamente, para generar opinión pública de los hechos y acontecimientos
relevantes para cada medio en particular.
Se identifica como público/consumidor a los receptores de mensajes, a las
audiencias, puesto que en las sociedades actuales cumplen con esa doble
identificación; los medios apuntan más al consumo de mensajes segmentados,
donde cada uno de aquellos estratos sociales, tendrán la posibilidad de ser
atravesados por distintos soportes tecnológicos, generando opinión pública y
modificando aspectos del sentido común y de la vida cotidiana.
Se planteó también que, los medios de comunicación y la prensa cumplen la
función de “los intelectuales” de Gramsci. Son difusores y transmisores de
pensamientos, cultura y sentido común hacia los públicos/consumidores, generando
adeptos a las posturas ideológicas a favor de grupos dominantes de la sociedad.
La intención: dominar y perpetuarse en decisiones cruciales de políticas en
defensa de intereses propios del grupo. La función de “intelectuales” permitió analizar
con mayor detenimiento la responsabilidad de los medios de comunicación, más
precisamente en el qué y cómo se informa; se realiza una espectacularización en
la presentación de las noticias e informes por cada medio. Esto es utilizado como
estrategia exclusiva de captación de público: sin llegada o sin público, no se
informa, y por lo tanto, no se vende el recorte de la realidad propio del medio.
Otra cuestión que llamó la atención es la posibilidad de contrahegemonía
periodística como fuerza de choque al enfoque dominante del periodismo. Tiene una
concordancia con el concepto de contrahegemonía. Esta contrahegemonía
periodística tiene una lucha diaria con la presentación de noticias, en la
presentación de informes y de opiniones, que tratan de rebatir lo presentado y
emitido por los medios dominantes. La contrahegemonía periodística tiene una
lucha diaria, casi de minuto a minuto, se trata de mostrar otra postura u otra
mirada de un mismo hecho social; como cualquier otro informe o noticia de
medios dominantes, los que corresponden a la fuerza de choque, también tienen
una elaboración y un análisis antes de ser emitidos, por lo tanto, también son
recortes de la realidad.
A partir de allí también, se analiza a 6 7 8 como discurso con doble dualidad. La primera se enmarca a
partir de la referencialidad de las agendas de programas o medios hegemónicos,
para armar una agenda, o contra-agenda de contenidos propia, desde una
autorreferencialidad. Y, una segunda dualidad desde las opiniones de los
informes presentados, puesto que, no se separa la crítica de los informes
mediáticos con la responsabilidad social, política, ética e ideológica del
trabajador de prensa y sus producciones.
6 7 8, tiene una postura hegemónica desde la producción y
emisión de mensajes e informes presentados en aire. Se utilizó las pautas
planteadas por Miguel Guaglianone, logrando determinar que efectivamente, el
programa tiene una postura hegemónica al producir sus informes. Es verdad que
es difícil pensar en dos hegemonías periodísticas vigentes, las posturas del
grupo Clarín y las de 6 7 8, pero no
es descabellado pensar también en que son dos posturas en constante lucha,
midiéndose minuto a minuto con distintas estrategias para lograr prevalecer una
sobre la otra.
Los programas
híbridos mezclan ribetes humorísticos, irónicos y sarcásticos con opiniones,
informes y noticias de todo tipo. Se creé que, ésta característica es más bien
utilizada como estrategia para que los mensajes e informes presentados, tengan
una mayor llegada en los públicos/consumidores. 6 7 8 es un programa de este tipo (al
igual que sus hermanos TVR y DDD), y se lo puede colocar dentro de una
categoría específica, como nueva generación de programas híbridos. Donde prevalece
el análisis de archivo, opiniones de periodistas, políticos y personajes
reconocidos, mezclando la humorada con situaciones que llaman a la reflexión
social en los mismos informes presentados.
Para ir cerrando hay que recordar, siempre que se lee una noticia por
cualquier soporte, o se observa un informe en particular, se está solo
presentando una visión parcial y recordada de la realidad, de ninguna manera es
objetiva como todavía se plantea en algunos medios de prensa o informativos.
Bienvenido entonces al trabajo de prensa, las distintas perspectivas
contrahegemónicas periodísticas de los hechos sociales y noticiosos; esto ayuda
indudablemente a tener una visión más completa sobre lo que sucede alrededor. Será
necesario tener una lectura crítica, o más profunda, de lo que se tiene en
frente como información, pues, actualmente solo con una mirada, o solo con una postura
periodística, no es suficiente para estar informado de lo que sucede en la
Realidad.
Finalmente, con respecto a la responsabilidad de cada comunicador, periodista
o trabajador de prensa ¿no es mucho más sencillo y loable dejar en claro, desde
el principio, cuáles son las posturas políticas e ideológicas de cada
trabajador? Lo profesional del trabajo de prensa, no está dado en cuan “objetivo”
uno pueda llegar a ser, sino cuánto se puede dejar de lado la subjetividad, la ideología,
sus posturas políticas y un compromiso con la ética, en pos de informar lo que se
observa de la realidad. Entonces, el planteo estará en reconocer, y
reconocerse, que la mirada de uno puede ser una verdad parcialmente recortada,
producida y reproducida de la realidad.
El análisis que hace 6 7 8 del
trabajo de prensa, lleva a repensar el discurso periodístico, pues, sino se
expresan las posturas ideológicas o intereses políticos de cada trabajador de
prensa, los discursos de ellos mismos quedarán presos de los propios desvaríos.
Como sucede actualmente con las opiniones, noticias y discursos periodísticos o
de políticos: nadie resiste un archivo.