“La
hegemonía revolucionaria en la comunicación no significa que deba darse en una
sola dirección”
Ernesto Villegas (entrevista
realizada por Marcelo Colussi, Argenpress).
6, 7 y 8 versus Clarín ¿una doble hegemonía?
En este apartado se analiza una dualidad hegemónica conviviente entre
estos medios. Un versus que el mismo 6 7
8 lleva como estandarte en cada informe a modo de crítica, para montar un
sistema de identificación mediática posicionándose del lado de enfrente, logrando
incluirse dentro del discurso para lograr diferenciarse de lo que justamente
critica.
Dice Grossberg: “existen al menos tres diferencias entre las
luchas por el consenso ideológico y las luchas por la hegemonía. Primero, la
hegemonía no se refiere a la construcción del consenso, sino del
consentimiento. En efecto, la gente puede no estar de acuerdo en la ‘ideología’
o en la visión de que aquellos que se encuentran en la posición de liderazgo,
pero debe no ver otro grupo capaz de dirigir. En consecuencia, la hegemonía no
es una lucha ideológica. Aunque puede incluir asuntos ideológicos, involucrando
igualmente aspectos y luchas económicas, sociales y culturales”[1].
Bajando esto al ámbito del periodismo, tanto Clarín desde sus distintos medios,
en especial su diario y las emisiones de TN (Todo noticias), como también 6 7 8, a pesar de la polémica planteada desde
estos últimos, lo que se está disputando es cuál de los dos es el único
autorizado para informar, cuál es el único de los dos que representa mejor a la
realidad, desde su mirada recortada.
“Segundo, la hegemonía no puede ser concebida como una lucha
entre dos campos opuestos y homogéneos. No es la victoria de un campo sobre el
otro. Las sociedades modernas no pueden ser dividas simplemente en dos campos,
hay innumerables diferencias y lealtades sociales que se yuxtaponen y compiten
entre sí reorganizando constantemente la gente en torno a múltiples ejes en un
fluido rango de identidades sociales y políticas. A diferencia del consenso, la
hegemonía no trata de eliminar este complejo contexto de diferencias sino de
reorganizarlo en una nueva unidad diferenciada. La hegemonía es un proceso
permanente en el cual un grupo establece su poder para liderar y organizar la
población”[2].
Es verdad, las sociedades modernas son mucho más complejas como para dividir
simplemente en dos parcialidades. Lo que sucede aquí, no es una división de la
sociedad para realizar un análisis, sino que en la disputa de ambos medios por liderar
una agenda mediática, se reconocen entre ellos como rivales por lograr una
primicia mediática; y al mismo tiempo, no reconocen a otros medios capaces de
generar una agenda de contenidos a parte de ellos mismos. Es el discurso de
ambos medios lo que divide a la sociedad en parcialidades, obligando también al
público/consumidor a optar por uno o por otro medio.
Cuando en ésta investigación se plantea la idea de una doble
hegemonía, no es desde el punto de vista de agenda, sino desde el mensaje: cómo
se produce, cómo se recorta y qué y cuáles son las estrategias de emisión, es
decir toda la espectacularización que se da en la presentación de noticias e
informes. A pesar de los esfuerzos de 6 7
8, hay que reconocer que Clarín en todas sus formas, ramificaciones y con
sus distintos soportes de información, tiene un liderazgo y control de agenda
muy importante; donde evidentemente marcan, a partir de sus informes, lo que se
tiene que pensar durante el día en materia de información. Pero a pesar de esto,
6 7 8 logra contradecir esta agenda,
y trata de instalar su propia mirada de la realidad a través de su agenda,
dejando en el público la posibilidad de elegir cuál de las miradas expuestas
mediáticamente por ambos, es la más fiel a la que el público/consumidor está
acostumbrado a ver como La Realidad.
“Finalmente, el grupo medular que trata de obtener la posición
de liderazgo no es homogéneo. Este grupo es definido por su propia unidad en
diferencia, al tratar de organizar la sociedad en torno a su propia proyección
de una unidad en diferencia afirma su posición de liderazgo, privilegio y poder”[3].
Puede entenderse esto desde los soportes mediáticos, para ganar mayor presencia
en la implementación de agenda, hay que llegar a mayor cantidad de público.
Entonces, cada medio tendrá que buscar las herramientas afines para llegar a
ellos. Esto será analizado en un momento.
Es claro que 6 7 8, desde la lucha por la implementación de agenda es
contrahegemónico periodístico, ya que a partir de sus informes y opiniones pone
en duda y en evidencia a la agenda de Clarín, contrastando los puntos
ideológicos utilizando los archivos, a partir de la espectacularización de los
informes de los hechos que no se tienen en cuenta por los otros medios.
“Pero sucede que la batalla con el adversario es tan
feroz, tan diaria, y más que diaria: es al minuto, que muchas veces no tenemos
un instante para detenernos a discutirlo con tranquilidad. ¿Para qué es necesario todo esto? Para que quien recibe el mensaje no
ponga en duda la ‘realidad de la información’. La representación simula que una
elección intencionada y arbitraria de eventos, así como su forma de
presentación, que tienen una alta carga de subjetividad o intencionalidad, es
una ‘realidad objetiva’ de la cual el medio sólo es un vehículo para llevarla a
nuestros hogares”[4]. Esto equivale a decir: vale todo para
llamar la atención del público desde el informe. Lo doblemente hegemónico está
dado en la producción del mensaje, en la estrategia para producir y emitir los
informes de la realidad recortada.
De ahí lo que decía
Guaglianone sobre las fases de la hegemonía (Estimulan y colaboran en formar
una mentalidad de consumo; Determinan posiciones políticas e institucionales;
Proponen y generan valores y patrones de conducta; Generan una nueva
cotidianeidad de vida; Crean la Realidad Virtual); por más que 6 7 8 disputa una agenda de contenidos,
la estrategia del recorte y producción de informe es de tipo hegemónico, al
igual que lo hace Clarín. El bien más importante en juego deja de ser la
información; el bien en disputa pasa a ser la atención del público/consumidor,
entonces vale todo para captar esa atención.
Clarín estimula y colabora en formar y fomentar mentalidades de consumo;
determina posiciones políticas e institucionales, a pesar de que no lo hace
directamente como 6 7 8, lo hace
sigilosamente a partir de la toma de posturas con respectos a temas de interés
político-económico-financiero, porque debe responder a los interés propios de
empresa y defenderlos; también promueven valores de conducta que se aproximan
más a los valores de consumo, dirigiendo la mirada a la propiedad privada; generan
una cotidianeidad de vida a partir del cómo se informa, se tiende a realizar un
seguimiento de las notas o informes de las noticias diarias, por ejemplo: si no
se está informado donde están los cortes de calles los consumidores caerán en
el caos de los embotellamientos, por lo que los informes guiarán, en forma de
servicio, a la comunidad, cuando en realidad lo que se está marcando son pautas
de comportamiento; por último, obviamente crean una mirada virtual de la
realidad, no solo para defender sus intereses corporativos, sino también porque
es necesario para dominar opinión pública y sentido común, es lo que se
necesita para perpetuarse como medio.
Resumiendo, hay hegemonía desde la producción y emisión de los mensajes
tanto en 6 7 8 como en Clarín, a
pesar de que la agenda de contenidos esté dominada por este último. El programa
de Gvirtz, trata de ganar parte del auditorio en disputa, para ello utiliza las
estrategias discursivas en la espectacularización de los informes, incluye la
ideología en los debates y genera crítica de los informes y noticias de los
medios dominantes de agenda.
Juego de alianzas
Para poder llegar al público de una forma más eficiente, los medios
tienen que asociarse con otros medios o generar, con sus propios recursos,
nuevos soportes. A modo de análisis, sin profundizar sobre el tema, es lo que se
va a ver a continuación.
Existen sociedades de información entre medios de difusión, o sociedades
mediáticas, donde cada uno de estos, de forma más o menos partidaria, muestra a
partir de sus informes y sus editoriales de sus noticieros, cierta adhesión o
no a una ideología política.
Está claro que Clarín, como Grupo corporativo, es el mejor ejemplo esas
asociaciones. Independientemente de que utiliza distintos soportes propios,
tiene acciones legales mayoritarias y minoritarias en otros medios de todo el
país. Trata de que toda su red mediática se editorialice de la misma manera en que
lo hace su cara visible del Grupo: el diario Clarín. Se dieron a conocer en 6 7 8, casos donde periodistas y
trabajadores de prensa de Chaco, Rosario y de la misma planta de impresión del
diario Clarín en Capital Federal, fueron despedidos, cesanteados y otros
censurados, lo que demostraría cierto grado de control sobre las “aristas” de
la red de medios del Grupo.
“El
Grupo Clarín es una misma mega-empresa que dentro suyo incluye al diario
Clarín, radios como Mitre y FM 100, el canal de cable Todo Noticias (TN), el
canal de aire Canal 13, el diario deportivo Olé y el gratuito La Razón, la red
de cable Cablevisión y Multicanal, la agencia de Diarios y Noticias (DyN),
porcentajes accionarios en productoras de televisión (como Polka e Ideas del
Sur), importantes diarios del interior del país (en particular, en Córdoba y
Mendoza), relaciones en el sector financiero (Goldman Sachs), en sectores
vinculados al agro (es dueño de Expoagro y de un porcentaje del canal Rural), a
la red Internet (Ciudad Internet y Fibertel), al fútbol codificado (TyC Sports
y TyC Max[5])
y a la edición de libros (editorial Tinta Fresca), entre varios otros. Además,
posee un porcentaje de participación accionaria en la empresa Papel Prensa
S.A., que desde el acuerdo político organizado durante la última Dictadura
militar (1986-1983), provee de papel a más bajo precio que otros diarios más
modestos para imprimir el diario Clarín”[6].
Los
otros grupos más importantes son el “Grupo Telefónica,
que maneja el canal de aire Telefé, ocho canales del interior del país, la
radio FM Hit, el Portal de Internet Terra, la propia empresa de
telecomunicaciones Telefónica, la editorial García Ferré, entre otras empresas.
Y también, el Grupo Uno Medios, cuyo dueño
es el empresario Daniel Vila y, junto con el ex dirigente menemista José Luis
Manzano y el actual Diputado opositor Francisco De Narváez (el empresario de la
nueva derecha que acompaña el espacio político, ahora en competencia directa,
con el también empresario neomenemista Mauricio Macri), maneja el canal de aire
América TV, el diario El Cronista comercial, un porcentaje mayoritario del
diario Ámbito Financiero, un porcentaje de la radio La Red, y decenas de radios
y diarios regionales (Mendoza, Rosario, Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe)”[7].
Como
se venía diciendo, estas ramificaciones mediáticas sirven en la disputa del
monopolio de información, el cual genera opinión pública y sentido común en el
público/consumidor segmentado. Lo que se quiere es, apuntar a los públicos a
partir de una división según el soporte mediático que cada uno de estos utiliza
o consume. De esta manera, se puede llegar a más estratos sociales, dirigiendo
un mensaje preciso para cada uno de esos estratos. Además, “el sistema
mediático se basa en unas pocas empresas que se dedican a hacer fabulosos
negocios con los medios. En ese contexto, estas empresas mediáticas tienen una
particularidad: constituyen conglomerados o grupos económicos fuertemente
diversificados e integrados ¿Qué significa esto?, que las empresas dedicadas al
negocio de los medios son empresas concentradas que, al igual que otros grupos
económicos más tradicionales, tienen intereses económicos multimillonarios en
decenas de empresas de diferentes y muy variados rubros”[8].
¿Cuáles son los aliados mediáticos de 6 7 8? Para disputarse la agenda de
información la productora PPT (Pensado Para Televisión) utiliza, una vez más,
recursos de los grupos corporativos de medios para ese fin. Ésta productora,
también produce a los hermanos de 6 7 8
que son TVR (Televisión Registrada) y DDD (Duro de Domar) ambos programas de
emisión en Canal 9; mismo canal donde se emite Bajada de Línea, programa
conducido por Víctor Hugo Morales, que a su vez también conduce La Mañana de
Radio Continental. También, “los medios de comunicación del
Estado como Canal 7 [‘La TV
Pública’] y Radio Nacional. [Otro de
sus] exponentes son la Agencia Oficial de Noticias Telam, (…) el multimedios
privado oficialista que reúne bajo una misma línea editorial a Página 12,
Infobae, C5N, Tiempo Argentino, la revista Veintitrés, Radio del Plata, CN23,
Sur, Radio 10, Radio América, El Argentino y a más de un centenar de medios de
alcance nacional”[9]. De
ahí también que, los invitados frecuentes de 6 7 8, en el caso de periodistas y escritores, por lo general son trabajadores
de prensa de estos medios.
La diferencia entre 6 7 8 y
los grupos corporativos está en que, éstos por ser empresas se defienden y se
asocian mediante intereses de capital económico. En caso de 6 7 8 y sus afines, dicen desde sus
discursos, notas y editoriales, que su vinculación principal es la ideológica
en defensa del modelo económico-financiero-político llevado adelante por la
Presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. Esto no implica, tampoco
niega, que no haya también una vinculación económica cubierta por la publicidad
oficial. Tema que no se analiza en esta investigación.
Para finalizar, no solo son alianzas ideológicas las que unen a estos
medios con 6 7 8, sino también la
revalidación constante de estos lazos en defensa de una postura política. 6 7 8 toma de sus medios aliados
recortes para sus informes, haciéndolos partícipes, a éstos también, de la
discusión y de la contienda por el manejo de agenda de contenidos
informacionales. Entre los más citados, Pagina/12, Tiempo Argentino y Víctor
Hugo en sus opiniones radiales. A partir de estas alianzas mediáticas, el
Gobierno Nacional, siempre en referencia al de Cristina de Kirchner, tiene más
escudos para defenderse de los “ataques” recibidos por parte de “la corpo
mediática”, que últimamente tiene un rol como opositor más importante que los
mismos políticos opositores.
[1] Lawrence Grossberg. Entre consenso y hegemonía: Notas sobra la forma hegemónica
de la política moderna.
[2]
Ibíd.
[3]
Ibíd.
[4] Omar
Valenzuela. Los Medios Masivos de
Comunicación y la Construcción de la Hegemonía (III. Marco Teórico.1. Necesidad del análisis
ideológico).
[5]
Esto fue hasta que el estado se hizo cargo de los derechos de transmisión del
futbol a partir de “Futbol para Todos”.
[6]
Mg. Hernán Fair. “Para
una crítica a los medios masivos. Consideraciones a partir del caso argentino”.
Revista Nº12
"ACTUALIDAD I" revista de ciencia política.
[7]
Ibíd.
[8]
Ibíd.
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