miércoles, 22 de octubre de 2014

Tesis 3ra parte: HEGEMONÍA Y 6 7 8. 6 7 8 VERSUS CLARÍN ¿UNA DOBLE HEGEMONÍA?


“La hegemonía revolucionaria en la comunicación no significa que deba darse en una sola dirección”
Ernesto Villegas (entrevista realizada por Marcelo Colussi, Argenpress).

6, 7 y 8 versus Clarín ¿una doble hegemonía?
En este apartado se analiza una dualidad hegemónica conviviente entre estos medios. Un versus que el mismo 6 7 8 lleva como estandarte en cada informe a modo de crítica, para montar un sistema de identificación mediática posicionándose del lado de enfrente, logrando incluirse dentro del discurso para lograr diferenciarse de lo que justamente critica.
Dice Grossberg: “existen al menos tres diferencias entre las luchas por el consenso ideológico y las luchas por la hegemonía. Primero, la hegemonía no se refiere a la construcción del consenso, sino del consentimiento. En efecto, la gente puede no estar de acuerdo en la ‘ideología’ o en la visión de que aquellos que se encuentran en la posición de liderazgo, pero debe no ver otro grupo capaz de dirigir. En consecuencia, la hegemonía no es una lucha ideológica. Aunque puede incluir asuntos ideológicos, involucrando igualmente aspectos y luchas económicas, sociales y culturales”[1]. Bajando esto al ámbito del periodismo, tanto Clarín desde sus distintos medios, en especial su diario y las emisiones de TN (Todo noticias), como también 6 7 8, a pesar de la polémica planteada desde estos últimos, lo que se está disputando es cuál de los dos es el único autorizado para informar, cuál es el único de los dos que representa mejor a la realidad, desde su mirada recortada.
“Segundo, la hegemonía no puede ser concebida como una lucha entre dos campos opuestos y homogéneos. No es la victoria de un campo sobre el otro. Las sociedades modernas no pueden ser dividas simplemente en dos campos, hay innumerables diferencias y lealtades sociales que se yuxtaponen y compiten entre sí reorganizando constantemente la gente en torno a múltiples ejes en un fluido rango de identidades sociales y políticas. A diferencia del consenso, la hegemonía no trata de eliminar este complejo contexto de diferencias sino de reorganizarlo en una nueva unidad diferenciada. La hegemonía es un proceso permanente en el cual un grupo establece su poder para liderar y organizar la población”[2]. Es verdad, las sociedades modernas son mucho más complejas como para dividir simplemente en dos parcialidades. Lo que sucede aquí, no es una división de la sociedad para realizar un análisis, sino que en la disputa de ambos medios por liderar una agenda mediática, se reconocen entre ellos como rivales por lograr una primicia mediática; y al mismo tiempo, no reconocen a otros medios capaces de generar una agenda de contenidos a parte de ellos mismos. Es el discurso de ambos medios lo que divide a la sociedad en parcialidades, obligando también al público/consumidor a optar por uno o por otro medio.
Cuando en ésta investigación se plantea la idea de una doble hegemonía, no es desde el punto de vista de agenda, sino desde el mensaje: cómo se produce, cómo se recorta y qué y cuáles son las estrategias de emisión, es decir toda la espectacularización que se da en la presentación de noticias e informes. A pesar de los esfuerzos de 6 7 8, hay que reconocer que Clarín en todas sus formas, ramificaciones y con sus distintos soportes de información, tiene un liderazgo y control de agenda muy importante; donde evidentemente marcan, a partir de sus informes, lo que se tiene que pensar durante el día en materia de información. Pero a pesar de esto, 6 7 8 logra contradecir esta agenda, y trata de instalar su propia mirada de la realidad a través de su agenda, dejando en el público la posibilidad de elegir cuál de las miradas expuestas mediáticamente por ambos, es la más fiel a la que el público/consumidor está acostumbrado a ver como La Realidad.
“Finalmente, el grupo medular que trata de obtener la posición de liderazgo no es homogéneo. Este grupo es definido por su propia unidad en diferencia, al tratar de organizar la sociedad en torno a su propia proyección de una unidad en diferencia afirma su posición de liderazgo, privilegio y poder”[3]. Puede entenderse esto desde los soportes mediáticos, para ganar mayor presencia en la implementación de agenda, hay que llegar a mayor cantidad de público. Entonces, cada medio tendrá que buscar las herramientas afines para llegar a ellos. Esto será analizado en un momento.
Es claro que 6 7 8, desde la lucha por la implementación de agenda es contrahegemónico periodístico, ya que a partir de sus informes y opiniones pone en duda y en evidencia a la agenda de Clarín, contrastando los puntos ideológicos utilizando los archivos, a partir de la espectacularización de los informes de los hechos que no se tienen en cuenta por los otros medios.
Pero sucede que la batalla con el adversario es tan feroz, tan diaria, y más que diaria: es al minuto, que muchas veces no tenemos un instante para detenernos a discutirlo con tranquilidad. ¿Para qué es necesario todo esto? Para que quien recibe el mensaje no ponga en duda la ‘realidad de la información’. La representación simula que una elección intencionada y arbitraria de eventos, así como su forma de presentación, que tienen una alta carga de subjetividad o intencionalidad, es una ‘realidad objetiva’ de la cual el medio sólo es un vehículo para llevarla a nuestros hogares[4]. Esto equivale a decir: vale todo para llamar la atención del público desde el informe. Lo doblemente hegemónico está dado en la producción del mensaje, en la estrategia para producir y emitir los informes de la realidad recortada.
De ahí lo que decía Guaglianone sobre las fases de la hegemonía (Estimulan y colaboran en formar una mentalidad de consumo; Determinan posiciones políticas e institucionales; Proponen y generan valores y patrones de conducta; Generan una nueva cotidianeidad de vida; Crean la Realidad Virtual); por más que 6 7 8 disputa una agenda de contenidos, la estrategia del recorte y producción de informe es de tipo hegemónico, al igual que lo hace Clarín. El bien más importante en juego deja de ser la información; el bien en disputa pasa a ser la atención del público/consumidor, entonces vale todo para captar esa atención.
Clarín estimula y colabora en formar y fomentar mentalidades de consumo; determina posiciones políticas e institucionales, a pesar de que no lo hace directamente como 6 7 8, lo hace sigilosamente a partir de la toma de posturas con respectos a temas de interés político-económico-financiero, porque debe responder a los interés propios de empresa y defenderlos; también promueven valores de conducta que se aproximan más a los valores de consumo, dirigiendo la mirada a la propiedad privada; generan una cotidianeidad de vida a partir del cómo se informa, se tiende a realizar un seguimiento de las notas o informes de las noticias diarias, por ejemplo: si no se está informado donde están los cortes de calles los consumidores caerán en el caos de los embotellamientos, por lo que los informes guiarán, en forma de servicio, a la comunidad, cuando en realidad lo que se está marcando son pautas de comportamiento; por último, obviamente crean una mirada virtual de la realidad, no solo para defender sus intereses corporativos, sino también porque es necesario para dominar opinión pública y sentido común, es lo que se necesita para perpetuarse como medio.
Resumiendo, hay hegemonía desde la producción y emisión de los mensajes tanto en 6 7 8 como en Clarín, a pesar de que la agenda de contenidos esté dominada por este último. El programa de Gvirtz, trata de ganar parte del auditorio en disputa, para ello utiliza las estrategias discursivas en la espectacularización de los informes, incluye la ideología en los debates y genera crítica de los informes y noticias de los medios dominantes de agenda.

Juego de alianzas
Para poder llegar al público de una forma más eficiente, los medios tienen que asociarse con otros medios o generar, con sus propios recursos, nuevos soportes. A modo de análisis, sin profundizar sobre el tema, es lo que se va a ver a continuación.
Existen sociedades de información entre medios de difusión, o sociedades mediáticas, donde cada uno de estos, de forma más o menos partidaria, muestra a partir de sus informes y sus editoriales de sus noticieros, cierta adhesión o no a una ideología política.
Está claro que Clarín, como Grupo corporativo, es el mejor ejemplo esas asociaciones. Independientemente de que utiliza distintos soportes propios, tiene acciones legales mayoritarias y minoritarias en otros medios de todo el país. Trata de que toda su red mediática se editorialice de la misma manera en que lo hace su cara visible del Grupo: el diario Clarín. Se dieron a conocer en 6 7 8, casos donde periodistas y trabajadores de prensa de Chaco, Rosario y de la misma planta de impresión del diario Clarín en Capital Federal, fueron despedidos, cesanteados y otros censurados, lo que demostraría cierto grado de control sobre las “aristas” de la red de medios del Grupo.
“El Grupo Clarín es una misma mega-empresa que dentro suyo incluye al diario Clarín, radios como Mitre y FM 100, el canal de cable Todo Noticias (TN), el canal de aire Canal 13, el diario deportivo Olé y el gratuito La Razón, la red de cable Cablevisión y Multicanal, la agencia de Diarios y Noticias (DyN), porcentajes accionarios en productoras de televisión (como Polka e Ideas del Sur), importantes diarios del interior del país (en particular, en Córdoba y Mendoza), relaciones en el sector financiero (Goldman Sachs), en sectores vinculados al agro (es dueño de Expoagro y de un porcentaje del canal Rural), a la red Internet (Ciudad Internet y Fibertel), al fútbol codificado (TyC Sports y TyC Max[5]) y a la edición de libros (editorial Tinta Fresca), entre varios otros. Además, posee un porcentaje de participación accionaria en la empresa Papel Prensa S.A., que desde el acuerdo político organizado durante la última Dictadura militar (1986-1983), provee de papel a más bajo precio que otros diarios más modestos para imprimir el diario Clarín”[6].
Los otros grupos más importantes son el “Grupo Telefónica, que maneja el canal de aire Telefé, ocho canales del interior del país, la radio FM Hit, el Portal de Internet Terra, la propia empresa de telecomunicaciones Telefónica, la editorial García Ferré, entre otras empresas. Y también, el Grupo Uno Medios, cuyo dueño es el empresario Daniel Vila y, junto con el ex dirigente menemista José Luis Manzano y el actual Diputado opositor Francisco De Narváez (el empresario de la nueva derecha que acompaña el espacio político, ahora en competencia directa, con el también empresario neomenemista Mauricio Macri), maneja el canal de aire América TV, el diario El Cronista comercial, un porcentaje mayoritario del diario Ámbito Financiero, un porcentaje de la radio La Red, y decenas de radios y diarios regionales (Mendoza, Rosario, Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe)”[7].
Como se venía diciendo, estas ramificaciones mediáticas sirven en la disputa del monopolio de información, el cual genera opinión pública y sentido común en el público/consumidor segmentado. Lo que se quiere es, apuntar a los públicos a partir de una división según el soporte mediático que cada uno de estos utiliza o consume. De esta manera, se puede llegar a más estratos sociales, dirigiendo un mensaje preciso para cada uno de esos estratos. Además, “el sistema mediático se basa en unas pocas empresas que se dedican a hacer fabulosos negocios con los medios. En ese contexto, estas empresas mediáticas tienen una particularidad: constituyen conglomerados o grupos económicos fuertemente diversificados e integrados ¿Qué significa esto?, que las empresas dedicadas al negocio de los medios son empresas concentradas que, al igual que otros grupos económicos más tradicionales, tienen intereses económicos multimillonarios en decenas de empresas de diferentes y muy variados rubros”[8].
¿Cuáles son los aliados mediáticos de 6 7 8? Para disputarse la agenda de información la productora PPT (Pensado Para Televisión) utiliza, una vez más, recursos de los grupos corporativos de medios para ese fin. Ésta productora, también produce a los hermanos de 6 7 8 que son TVR (Televisión Registrada) y DDD (Duro de Domar) ambos programas de emisión en Canal 9; mismo canal donde se emite Bajada de Línea, programa conducido por Víctor Hugo Morales, que a su vez también conduce La Mañana de Radio Continental. También, “los medios de comunicación del Estado como Canal 7 [‘La TV Pública’] y Radio Nacional. [Otro de sus] exponentes son la Agencia Oficial de Noticias Telam, (…) el multimedios privado oficialista que reúne bajo una misma línea editorial a Página 12, Infobae, C5N, Tiempo Argentino, la revista Veintitrés, Radio del Plata, CN23, Sur, Radio 10, Radio América, El Argentino y a más de un centenar de medios de alcance nacional”[9]. De ahí también que, los invitados frecuentes de 6 7 8, en el caso de periodistas y escritores, por lo general son trabajadores de prensa de estos medios.
La diferencia entre 6 7 8 y los grupos corporativos está en que, éstos por ser empresas se defienden y se asocian mediante intereses de capital económico. En caso de 6 7 8 y sus afines, dicen desde sus discursos, notas y editoriales, que su vinculación principal es la ideológica en defensa del modelo económico-financiero-político llevado adelante por la Presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. Esto no implica, tampoco niega, que no haya también una vinculación económica cubierta por la publicidad oficial. Tema que no se analiza en esta investigación.
Para finalizar, no solo son alianzas ideológicas las que unen a estos medios con 6 7 8, sino también la revalidación constante de estos lazos en defensa de una postura política. 6 7 8 toma de sus medios aliados recortes para sus informes, haciéndolos partícipes, a éstos también, de la discusión y de la contienda por el manejo de agenda de contenidos informacionales. Entre los más citados, Pagina/12, Tiempo Argentino y Víctor Hugo en sus opiniones radiales. A partir de estas alianzas mediáticas, el Gobierno Nacional, siempre en referencia al de Cristina de Kirchner, tiene más escudos para defenderse de los “ataques” recibidos por parte de “la corpo mediática”, que últimamente tiene un rol como opositor más importante que los mismos políticos opositores.




[1] Lawrence Grossberg. Entre consenso y hegemonía: Notas sobra la forma hegemónica de la política moderna.
[2] Ibíd.
[3] Ibíd.
[4] Omar Valenzuela. Los Medios Masivos de Comunicación y la Construcción de la Hegemonía (III. Marco Teórico.1. Necesidad del análisis ideológico).
[5] Esto fue hasta que el estado se hizo cargo de los derechos de transmisión del futbol a partir de “Futbol para Todos”.
[6] Mg. Hernán Fair. “Para una crítica a los medios masivos. Consideraciones a partir del caso argentino”. Revista Nº12 "ACTUALIDAD I" revista de ciencia política.
[7] Ibíd.
[8] Ibíd.

[9] Nota editada en el facebock del Gobierno de la Cuidad Autónoma de Buenos Aires: “¿Hacia una hegemonía cultural?” de Buenos Aires Ciudad Global, el Lunes, 04 de abril de 2011.


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